martes, 21 de agosto de 2007

Un estudio demuestra que el dinero da la felicidad... hasta cierto punto

Autor: Lo copie para quedarmelo, y no me acuerdo

¿El dinero da la felicidad? Sí, pero sólo hasta alcanzar un punto. Así se recoge en un estudio que acaba de publicar Fedea, la Fundación de Estudios de Economía Aplicada, en el que se dibuja el retrato robot de la felicidad, que básicamente responde a los siguientes parámetros.
Los divorciados y los viudos son “notablemente” más infelices que los casados. Lo que significa, a la inversa, que el matrimonio es fuente de felicidad. La segunda característica es que el trabajo ayuda a conseguir ese objetivo. Está demostrado empíricamente que el desempleo aparece fuertemente correlacionado con la infelicidad. Sin embargo, no por tener mayor salario o ingresos se es más feliz. La felicidad aumenta con la renta de forma decreciente, lo que quiere decir que, a partir de un cierto nivel -que variará en función de las condiciones socioeconómicas del individuo-, es más difícil encontrar el estado de ánimo óptimo. Por último, la salud y la religión juegan un papel determinante. Los creyentes son más felices que los agnósticos.
El trabajo de Fedea lo han realizado los profesores Namkee Ahn y Francisco Mochón, de la UNED, y pone de relieve que los factores que explican la felicidad de los españoles no son muy distintos a los existentes en otros países europeos. Las fuentes utilizadas para llegar a esas conclusiones son las encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas de los últimos 25 años y la Encuesta Mundial de Valores, realizada anualmente por el Worldwatch Institute.
Felicidad por sexos
El trabajo de los profesores Mochón y Ahn parte de que hombres y mujeres son igual de felices o de infelices, según se mire. “Aunque las mujeres se deprimen con más frecuencia y experimentan más emociones negativas que los hombres”, dicen los autores, “no se sienten más infelices que los hombres, precisamente porque también experimentan mayor número de emociones positivas, por lo que al final el resultado es neutro”.
En cuanto a la edad, la felicidad tiende a ser mayor entre los jóvenes y entre las personas mayores, y menor entre las personas medianas. Está demostrado que, aunque las personas mayores suelen tener peor salud, menor nivel de renta y las probabilidades que tienen de vivir en pareja son menores, son, sin embargo, más felices. Un factor que puede ayudar a explicar el mayor grado de felicidad con la edad es que las personas mayores tienen menos aspiraciones que las más jóvenes, por lo que la diferencia, el gap, entre objetivos y logros es menor. De ahí puede inferirse que el establecimiento de grandes metas difíciles de conseguir puede ser una fuente de infelicidad.
¿El dinero da la felicidad?
Y el dinero, ¿qué papel juega en la felicidad? El informe de Fedea pone de relieve que las personas con niveles de renta más elevados tienen más oportunidades de alcanzar lo que desean y tienen un estatus social más elevado. De los datos de la Encuesta del Eurobarómetro se desprende que el 88% de los más ricos se mostraban satisfechos o muy satisfechos con su vida, mientras que, dentro del segmento de los más pobres, el porcentaje de satisfacción era del 66%. Pero dicho esto, también parece demostrado que “la renta no aumenta la felicidad de forma indefinida”. Puede decirse, por lo tanto, que la relación entre renta y felicidad no es lineal, es decir, que la utilidad marginal es decreciente con la renta absoluta.
La razón de esta aparente paradoja es que los individuos se comparan con otros de su mismo nivel socioeconómico en función de sus niveles de ambición o aspiración, por lo que, si la distancia entre objetivos y logros aumenta, es muy probable que, aunque crezca la renta absoluta, la relativa disminuye. Y ahí es cuando aparece una fuente de infelicidad. “Por lo tanto”, dicen los autores, “una explicación de la débil relación entre renta y felicidad es que la renta relativa más que la renta efectiva es la que, a partir de un cierto nivel, hace más felices a los individuos”.
El estudio incide en esta idea y demuestra en términos regionales que el nivel absoluto de renta no es la variable básica para alcanzar la felicidad. Y esto es así porque del análisis de la incidencia regional sobre el nivel de satisfacción de los individuos se infiere que comunidades autónomas consideradas ‘pobres’ son más felices que muchas de las ‘ricas’. Entre las regiones con mayores niveles de felicidad están Asturias, Cataluña, Comunidad Valenciana y Navarra. Por el contrario, en las dos Castillas, Baleares, Galicia, Madrid y País Vasco el nivel de satisfacción general es inferior.
Las fuertes convicciones ayudan
El estudio ha detectado que los individuos que se sienten “orgullosos de ser españoles” se muestran más felices que los que no se encuentran en la misma situación, mientras que los considerados materialistas tienden a ser más infelices que los idealistas. Según el informe, algunos trabajos han señalado que el 84% de aquellos que van a la Iglesia con asiduidad se declaran muy satisfechos con su vida, mientras que entre los que nunca van a misa ese porcentaje baja al 77%. El factor principal de este comportamiento parece estar vinculado al fuerte apoyo social que las iglesias ofrecen a los creyentes, algo que, por razones obvias, no opera entre los agnósticos. Un apoyo que va desde la ayuda material a la personal o de relaciones de amistad.
En cuanto a la relación entre estado civil y felicidad, el estudio da por hecho que las personas que están casadas o viven juntas con su pareja son más felices que las que viven solas, ya sea porque no se han casado o porque se han divorciado o se encuentran en situación de viudedad. Según los estudios disponibles, los casados aparecen con una mejor salud mental, ya que el contar con pareja ayuda a superar el estrés y las depresiones. Tener hijos tiene un efecto bastante reducido en la felicidad de los matrimonios. Los periodos más felices del matrimonio son la luna de miel y los años en los que aún no se tiene descendencia, mientras que los peores son cuando los hijos tienen menos de cinco años y cuando llegan a la adolescencia.

BODAS PLATA ARMINDA GOYO (adaptación libre texto de Julio Llamazares)

HACE BASTANTOS AÑOS, ME COMENTÓ GOYO LA ANÉCDOTA REAL DE CÓMO FUE LA PRIMERA VEZ QUE VIO A ARMINDA, ESTO LO DEBERÍA HABER ESCRITO ÉL,

PERO FIEL A MI TRADICIÓN Y FORMA DE SER LO VOY A TRANSCRIBIR NO SÉ SI TAN BIEN COMO LO HARÍA EL

Corría el año taitantos, acababa de cumplir mis diez años, nunca había estado en León.
Fue un domingo por la mañana, salí de San Justo en el coche de línea de las ocho, era la primera vez que veía una ciudad, del viaje lo único que recuerdo es el olor a gasolina y el azul del cielo, pero de lo que ví en León –de lo que ví- guardo un recuerdo maravilloso.

Al llegar a la estación de autobuses de León estaba emocionado, asustado y feliz a la vez, lo único que hacía era mirar a la gente, había tanta y tanto coche, paseé por las calles mirando los edificios, pero lo mejor de todo estaba por llegar. Lo mejor de aquel primer viaje que yo hacía a la ciudad fue a partir de las once-doce de aquel domingo maravilloso, llegué a la CATEDRAL que aparecía de pronto al final de aquella calle que subía suavemente hacia lo alto, me impresionó la CATEDRAL, era un sueño, una foto, un pastel de nata, un decorado de cine alzado en el centro de la ciudad, como decorado la recuerdo, después la he vuelto a ver muchas veces e, incluso a recorrerla de arriba abajo, desde las catacumbas del topo (el que, según la leyenda, devoraba los cimientos de la iglesia mientras la estaban haciendo y cuya piel gigantesca todavía cuelga de una pared) hasta el alto del campanario que corona la más vieja de las torres y desde el que se puede ver toda la ciudad.
La catedral no hay que mirarla hacia lo alto, como hace toda la gente, sino hacia abajo, en el fondo del agua de la pila que hay junta a la puerta, y en la que al contemplarla la CATEDRAL parece como si se hubiese dado la vuelta, como si, de repente se hubiese inundado de agua y las vidrieras se reflejasen en ella , al tocar el agua con los dedos aquella primera vez, las vidrieras temblaron y ella ARMINDA apareció con su cara reflejada en el agua, me giré la invité a que tomara el agua bendita de mi mano, aceptó, el escalofrió que recorrió mi cuerpo me afirmó que esa mujer debía de estar predestinada para mi, ya que cerraba el tríángulo de aquel hermoso domingo de mi vida LEON LA CATEDRAL Y ARAMINDA.
No lo he olvidado jamás, me senté dos bancos detrás de ella, y la contemplé durante todo el tiempo que duró la misa.

esa es la verdadera historia de la primera vez que Goyo vio a Arminda en León y en su catedral.



TITULO: LEON, LA CATEDRAL Y ARMINDA

AL HILO DE LO QUE OCURRE EN LA "BORSA"

Valorar empresas es una chapuza y los analistas sólo confunden a los inversores”, según un experto del IESE

IESE

@Eduardo Segovia.- - 29/06/2007



Las últimas salidas a bolsa han puesto de nuevo de actualidad una de las cuestiones más inquietantes del mercado: que las empresas se pueden valorar como se quiera. “La valoración de las empresas es una chapuza que no sirve para nada, porque se basa en una serie de hipótesis totalmente subjetivas”. El que dice esto no es un cualquiera, sino el gurú financiero Pablo Fernández, profesor de IESE Business School y conocido por haber valorado El Corte Inglés para los hermanos Areces Fuentes, que vencieron el pleito a Isidoro Álvarez.

En una conferencia muy políticamente incorrecta organizada por Capital at Work, Fernández no dejó títere con cabeza: los analistas, la gestión activa, los hedge funds, los auditores, las nuevas teorías de los mercados y, sobre todo, la tendencia de los profesionales a complicar en exceso las cosas “con el único fin de confundir a los inversores”, a juicio de Fernández.

“No se invierte mejor en bolsa ni se valoran mejor las empresas realizando muchas operaciones matemáticas sofisticadas. Si esto fuera así, habría muchos matemáticos (y varios profesores de finanzas) millonarios”, sentenció. “La gente sueña que, haciendo numeritos, va a tener una herramienta perfecta para tomar decisiones, pero en la vida se hace poco con unas divisiones”, añadió.

Asimismo, criticó los trucos que utilizan los analistas para que parezca que hacen algo científico: “Con los conceptos que se usan en el análisis bursátil no se llenaría ni media página, por eso usan muchos sinónimos para dar la impresión de que hablan de muchas cosas diferentes. También se usa la misma palabra para distintos conceptos, con lo que la confusión es total”.

Este gurú explicó que el valor de las acciones depende de las expectativas de flujos de una empresa y de la estimación del riesgo de los mismos, magnitudes que no son observables. La "chapuza" viene de que se las asimila a los bonos: se estiman los flujos futuros y se descuentan a una tasa superior a la de los bonos en una cantidad que justifique nuestra estimación del riesgo.

Especialmente crítico se mostró con el famoso WACC (Weighted Average Cost of Capital): el coste de capital al que se descuentan en el momento presente los flujos de caja futuros que se prevé que genere la empresa, lo que da el valor de la compañía. “Había que poner una tasa de descuento y quedaba muy sofisticado poner algo que empezara por W”, ironizó Fernández, que considera esta variable “totalmente subjetiva”.

También puso de vuelta y media al método de valoración más en boga en el mercado: el CAPM (Capital Asset Pricing Model), que “no sirve para casi nada, pero por alguna extraña razón se utiliza mucho”. Este modelo utiliza la beta –correlación con el mercado- para medir la rentabilidad exigida a las acciones, pero la beta es tan inestable que “daría lo mismo coger la raíz cúbica del número de tu portal”. Al final, su receta es no complicarse la vida: “Lo importante son los flujos, que entre en la empresa más de lo que sale”.

Palos de todos los colores

Los auditores también se llevaron lo suyo: “La Ley de 2002 dice que el valor razonable de una empresa es el que diga un auditor externo que no sea de la empresa, porque el gremio ha hecho lobby para conseguir esta prebenda”. Además, la valoración tampoco es tan importante en su opinión: “Valorando bien se puede perder mucho dinero. Lo importante es adivinar qué va a hacer la bolsa”.

También hubo palos para los gestores de fondos: con cifras de Inverco, sólo nueve fondos de bolsa española baten al Ibex (con dividendos) entre 1998 y 2005, por lo que “me sorprende que muchos sigan asalariados”. Su consejo es que no hay que ponerse nerviosos, no leer la prensa y no mover la cartera para generar comisiones. Y recomendó “dar lexatines” a los gestores para aguantar la presión competitiva. Sobre la gestión alternativa dijo que “montar un hedge fund es atractivo porque las comisiones son mucho más gordas y te da imagen de rey del mambo. Algunos sí son buenos, pero hay mucho vendedor de crecepelo”.

También desechó las nuevas teorías que interpretan el mercado desde la psicología: “Un psicólogo no tiene nada que hacer en la vida salvo dar clases, así que intentan engancharse al sector que mejor paga, que es el financiero”. Y, finalmente, censuró las grandes operaciones empresariales que se están acometiendo: “Se compran empresas con argumentos esotéricos: para que no la compre otro, porque la compró el vecino… y va a ser muy difícil rentabilizarlas pagando estos precios”.

CUMPLEAÑOS GOYO 2006/carta de abs

Madrid 19 de septiembre de 2006

Gregorio Martínez Alonso
C/Pedroñeras nº 2 7ºB
28043 Madrid

Querido poeta:
Espero que al recibo de la presente estes bien, nosotros bien A.D.G.
En primer lugar te diré que hace unos días recibí tu carta en la que contabas tu verano 06, la estancia en tú León del alma, incluida la primera celebración de tus veinticinco años con Arminda, “la niña” asentando su relación con Fernando, Pablo igual de alto y “palante” con los estudios, y también la segunda celebración de lo se vino a llamar las Bodas de Plata de Minda y Goyo en Soto del Real, se desprende de tus letras que te agradó el evento y que incluso que en algunos momentos os llegasteis a emocionar, me agrada que sigamos siendo capaces de crear emociones y si vienen de quien te quiere mejor.
Sin embargo el motivo principal que me motiva a escribirte la presente, como bien puedes comprender, es que en la fecha del encabezamiento cumples “taintantos años” y es un honor poderte seguir felicitando y que sea para todos por muchos años.
Recuerdo que hace un año ya, de vuestro famoso viaje a SE, bellísimo de aire y luz, que os organizaron los de Ascima;
“Que lejos se ve Sevilla/y queríamos caminar/y queríamos caminar/los dos en plan turista/sentados en autocar/que cuando más se alejaba/la queríamos abarcar”.
que tanto dio para tu pluma y tus inmortales versos, no creo que tus amigos en este aniversario sean osados a enviarte otra vez al mismo lugar, seguro que no, y que por lo menos tendrán la delicadeza de cambiar une E por una A, que son las letras con que empieza y acaba nuestra EspañA.
En espera de tus reconfortantes noticias y versos, siempre tuyo




P/D. Un acontecimiento inesperado 11S, está produciendo más de un dolor de cabeza, la realidad es que todos somos adultos y suficientemente responsables de todos nuestros actos, y no somos quien para prejuzgar nada ni a nadie.
Un fuerte abrazo

SEGUIMOS

En el espacio de tiempo que media entre el 2/08/ al 19/08, hemos visitado los Barios López,
Soria (Soria, paseo y comida en El Mesón, estaba montada en exposición callejera la vida de Antonio Machado).
Navarra (Olite, Pamplona, Roncesvalles, Javier, Monasterio de Leire, Sangüesa).
Zaragoza (SOS del Rey Católico).
Huesca (Jaca).
LLeida (Termens, por siempre Termens, Les Avellanes).
Gerona (Puicerdá en La Cerdaña, con su via románica, más de 20 iglesias, incluía Llivia, "La Francia (Montluis, Font Romeu, Prades).
Barcelona (museo de Federico Marés -ojo cierra los lunes-.
Jaen (Alcaudete) boda de Chemanu (antes Mamel) con Mercedes y de vuelta Ciudad Real (El Viso del Marqués).

APRENDIENDO

He creado el blog, he cambiado varias veces de plantilla, he incluido foto, pero no consigo ver lo que escribo, seré torpe.

BUENOS DÍAS

Regresado de las cortas, pero buenas vacaciones, he tomado la decisión de adentrarme en el mundo del blog